Para hablar de mí, me faltas tú.

Eres mi sonrisa nº

contador de visitas

Nuestra historia.



Con el paso del tiempo me voy metiendo en esta historia, envolviéndome en oraciones, deletreando mi destino. No hace falta que te nombre, no hace falta que te llame, siempre estás ahí. No alcanzo a escribir diez palabras y tengo la necesidad de pensarte.
Cuando llego a un punto y empiezo un nuevo párrafo  me detengo para recordarme que no debo cometer los mismos errores, pero me doy cuenta que todo es diferente y que nada me va a detener.
Soy, eres, somos, seremos –quizás- esa preciosa historia que a muchos les roba una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu reacción: