Para hablar de mí, me faltas tú.

Eres mi sonrisa nº

contador de visitas

Mirar hacia delante y no verla.

Errores, esos pequeños "detalles" que componen nuestra vida. No soy perfecta, ni lo pretendo, me baso en un error tras otro, pero tampoco me preocupa, es lo que hay. Cuando hablamos de errores, instantáneamente se nos viene una cosa a la cabeza: mal; o dos: mal y pasado. Pero ni todos los errores son malos, porque se supone que aprendemos de ellos, ni pasados, porque siempre habrán muchos más en un futuro. Mi error principal se basa en no aprender, o al menos no del todo. Es como tropezar con la misma piedra y creerme eso de que "me la cambiaron de sitio", cuando no es así. A veces tropezamos porque queremos, porque no vemos otra salida que tropezar. No se sabe si porque nos alivia esa sensación justo antes de caernos, o porque no perdemos del todo la certeza de que nos levantaremos tarde o temprano y no caeremos nunca más. Terminamos por cogerle demasiado "cariño" a esa piedra, son tantas las veces que hemos caído con ella, que ya lo que se nos hace duro es mirar hacia delante y no verla. Sí, suena absurdo, pero a veces las piedras son necesarias en el camino, a veces es necesario caerse. Algún día aprenderemos.
Dejaremos de ser un puñado de errores clasificados en los archivos de nuestra memoria.

'El orgullo te podrá hacer sentir fuerte, pero nunca feliz.'

Tengo los ojos cerrados, estoy abrazando mis rodillas encima de la cama, apenas se escucha el tráfico afuera en la calle. Un escalofrío recorre mi cuerpo al recordar cosas pasadas. Me invade una sensación de vacío, un vacío que pide a gritos llenarse, un vacío que ronda las afueras de mi corazón. A pesar de todo, no entiendo por qué después de tanto, me duele de esta forma, creo que debimos dejarlo cuando su recuerdo todavía hubiera sido perfecto. El destino ya no me preocupa, ya no espero nada de él. Soy la del 'corazón en reformas' los 365 días del año y uno más cuando es bisiesto. A fin de cuentas, me he cansado de esperar al chico de mis sueños, desaparece cada vez que abro los ojos.

¿Real o imaginario?

Aún recuerdo tu sonrisa, tus caricias, tu ilusión por la vida... parecen años lo que en realidad son días. Hubo un tiempo en el que pensaba que el amor era hermoso, puro e inocente, casi tan perfecto como lo eres tú, pero más tarde me di cuenta de que esa solo es una cara de la moneda. Cuando comenzaba a sentir esas mariposas en el estómago, cuando una simple mirada tuya me hacía reír, cuando en lo único en que podía pensar era en el oscuro color de tus ojos nunca imaginé que el amor también entrañaba tristeza y desesperanza, soledad y angustia... Comienzo a asustarme porque ya no distingo qué es real y qué es imaginario. 
¿De verdad pensaste que podría sobrevivir a un mundo sin ti?


Cuantos de ellos.


Sueños, soñamos demasiado. A veces no necesitamos estar dormidos para hacerlo. Pero, ¿qué es un sueño? ¿Un deseo, una meta que esperamos alcanzar algún día?
Una vez vi una película donde decían "Cuidado con lo que deseas porque se puede hacer realidad", eso es lo que la industria comercial quiere que creamos pero, seamos sinceros: ¿Cuántos sueños, esos que de verdad deseas con toda tu alma, se hicieron realidad? Por mi parte, ninguno.
Soñamos tener una casa bonita y grande, con papas que nos presten atención y nos regalen algo de su tiempo. Soñamos con tener muchos amigos que nos quieran o simplemente queremos ser aceptados. Soñamos con gente que nos entienda, que no nos juzgue, que sepa cómo nos sentimos. También con querernos a nosotros mismos, con vernos al espejo y no darnos asco. Soñamos con que nuestra familia sea inmortal, con no tener problemas, con ser lo suficientemente valientes para decir lo que nos pasa y lo que sentimos sin vergüenza de lo que puedan decir los demás. Soñamos con un 10 en matemática o un buen trabajo que nos mantenga sin depender de nadie,  con ser lo suficientemente buenos para alguien. Soñamos con cumplir todos nuestros sueños...
Soñamos con un precioso beso bajo la lluvia, con un príncipe que nos ame y nos lleve lejos de la realidad, pero… ¿Y si ese príncipe está enamorado de otra princesa? Ahí es cuando nos empezamos a cuestionar a nosotras mismas y nos preguntamos si de verdad merecemos ese príncipe. Empezamos a pensar que somos menos que la otra princesa, que ella es mejor. Nuestra mente se inunda de preguntas sin respuesta que nos van consumiendo de a poco. Por qué? por soñar.
No está mal soñar un poco, a veces necesitamos de esa fantasía. Lo malo es dejar que eso sea nuestro todo, porque cuando nos demos cuenta que es mentira o inalcanzable, no nos va a quedar nada.

Carta de despedida.

Queridos todos:
Me voy. Volveré cuando sepáis dónde están guardadas las bolas de naftalina, cuando nuestra casa ya no tenga secretos para ninguno de vosotros, cuando seáis capaces de descifrar los códigos de los botones de la lavadora, cuando logréis reprimir el impulso de llamarme a gritos si se acaba la pasta de dientes o el papel higiénico. Volveré cuando estéis dispuestos a llevar conmigo la corona de reina de la casa. Cuando no me necesitéis más que para compartir. Ya sé que me echaréis de menos, estoy segura. También yo a vosotros, pero sólo desapareciendo podré rellenar los huecos que vuestro cariño me produce... Sólo podré estar segura de que verdaderamente me queréis cuando no tengáis necesidad de mí para comer o para vestiros o para lavaros o para encontrar las tijeras. Ya no quiero ser la reina de la casa, estoy harta, me he cansado de tan gran responsabilidad y he caído en la cuenta de que si sigo jugando el papel de madre súper no lograré inculcaros más que una mentalidad de súbditos. Y yo os quiero libres y moderadamente suficientes y autónomos.
Ya sé que vuestro comportamiento conmigo no es más que un dejarse llevar por mi rutina; también por eso quiero poner tierra por medio. Si me quedo, seguiré poniéndoos todo al alcance de la mano, jugando mi papel de omnipresente para que me queráis más.
Sí, para que me queráis más. Me he dado cuenta de que todo lo que hago es para que me queráis más, y eso me parece tan peligroso para vosotros como para mí. Es una trampa para todos.
Palabra de honor que no me voy por cansancio, aunque sea una lata dormirse todas las noches pensando en la comida del día siguiente y hacer la compra a salto de mata cuando vienes del trabajo y, a la larga, pesa mucho la manía de ver siempre un velo de polvo en los muebles cuando me siento un rato en el sofá, y la perenne atracción hacia la bayeta y la cera. Pero no es sólo por eso. No. Tampoco me voy porque esté harta de poner la lavadora mientras me desabrocho el abrigo ni porque quiera estar más libre para hacer carrera en mi trabajo. No. Hace ya mucho tiempo que tuve que elegir una perpetua interinidad en mi profesión porque no podía compatibilizar una mayor dedicación mental al trabajo profesional con la lista de la compra. Me voy para enseñaros a compartir, pero sobre todo me voy para ver si aprendo a delegar.
Porque si lo consigo, no volveré nunca más a sentirme culpable cuando no saquéis notas brillantes o cuando se quemen las lentejas o cuando alguno no tenga camisa planchada que ponerse.
La culpa de que sea imprescindible en casa es sólo mía, así que desapareciendo yo por unos días, os daréis cuenta vosotros de que la monarquía doméstica es fácilmente derrocable y quizá yo pueda aprender la humildad necesaria para ser, cuando vuelva, una más entre la plebe.
Cuando encontréis la naftalina no dejéis de avisarme. Seguro que para entonces yo también habré aprendido a no ser tan excesivamente buena. Puede ser que ese día no nos queramos más, pero seguro que nos querremos mejor.

Besos. Mamá.

Dedicado a todas aquellas madres que hacen todo por su familia, feliz día. J

Piensa que es la única vida que podemos compartir.

"Si pudiera encontrarme con mi yo del pasado le diría que fuera fuerte que es mucho más fuerte de lo que cree, que vendrán cosas malas cosas, muy malas, pero que luego también vendrán cosas muy buenas. Que no se pusiera barreras porque a veces cuando pasan cosas que no nos gustan no vemos mas allá, pero sin esas cosas no podríamos apreciar lo bueno. Que a veces sentirá ganas de abandonarlo todo. Pero que no hiciera tonterías, que todo lo que va a pasar vale la pena, porque las experiencias la harán fuerte y en un futuro va a tener una voluntad de hierro. Que aprovechara el tiempo con las personas que están, con las que quiere porque en cualquier momento se van. Que todo ocurrirá por alguna razón. Que los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos. Que no todo siempre va a ser culpa de los demás . Que viviera cada segundo con esas personas aunque luego traicionen, aunque luego se vayan , aunque algunas ya nunca vuelvan , pero esos momentos tanto con la familia , amigos , como personas a las que ama , esos momentos que va a vivir con ellos no van a morir nunca . Le diría que al final solamente recordará lo bueno , que al final todo lo malo se olvida , el enfado, el odio el rencor ... todo se va y luego mirará atrás y solo se acordara de las risas, de las bromas , de las fotos , de cualquier cosa que la haga pensar : fueron importantes e hicieron importantes una parte de mi vida . Asique no llores, no te enfades con los que se han ido, simplemente sonríe por lo que has vivido con ellos. También le diría que algunas marchas de esas personas le van a costar superarlo más que otras, pero nada es eterno y siempre viene algo mejor. Que sea paciente. Que han llegado personas a su vida que han conseguido sacarle una sonrisa de oreja a oreja, personas que a veces estarán y a veces no pero que en el fondo siempre estarán ahí, siempre la tenderán una mano. Que viviera, que no perdiera el tiempo con chorradas que no valen la pena. Que besara bajo la lluvia, que comiera todo el chocolate que quisiera, que no se preocupara por lo que los demás piensen de ella, que vistiera como quisiera, que nunca se avergonzara, nunca se arrepintiera. Que tomara las decisiones que ella piensa que tiene que tomar, que no se deje influenciar por nadie. Que sepa escuchar los consejos pero que estos no se conviertan en órdenes. Que siguiera siempre su criterio, su moral, su corazón. Que no se rindiera nunca, que algunas cosas le costarán más que otras, algunas nunca las conseguirá pero el esfuerzo, la ilusión de hacerlas, los sueños por perseguir, eso la va ayudar muchísimo y esos sueños desencadenaran otros sueños y algunos quizás los abandone y le duela abandonarlos pero vendrán otros, los cogerá con más ganas. Le diría que nunca cambiara porque la gente que la quiere va a estar ahí siempre .Que nunca dejara de ser como es. Que nunca se creyera ni todo lo bueno que le dicen ni todo lo malo. Que algunas personas no querrán hacerle daño pero a veces lo harán. Le diría que los perdonara que el odio es un lastre, que al final lo consigue, que al final nunca odia nunca siente rabia y que estoy orgullosa de ella por eso. Que viviera cada día como si fuera el último, que cada día dijera: ¿Que me gustaría hacer si fuera a morir? Que cada día fuera una aventura, se esforzara por algo y al acostarse pensara mi día de hoy a valido la pena. Que amara que no le tenga miedo al amor ni a los sentimientos ni mucho menos a las personas, porque cada persona es un mundo y no sabes la de cosas que puedes encontrarte ahí. Si pudiera encontrarme con mi yo del pasado le daría un abrazo, le diría que todo va a salir bien, porque siempre al fin y al cabo va a tener a esas personas, que siguiera adelante siempre, y que pase lo que pase siempre que, que ame. Que ame y que quiera. Que viva por y para sus sueños, que lo intente, que se deje ayudar. Y bueno supongo que si me encontrara con mi yo del pasado le diría todo eso. Pensad vosotros, ¿Que os diríais a vosotros mismos si os encontrarais unos años atrás? estoy segura de que les diríais muchísimas cosas, que seriáis vuestro mejor apoyo. Por eso ahora mismo, en este mismo momento, en el presente sed ese yo del futuro y deciros que siempre todo va a ir bien .Que pase lo que pase hay que ir siempre hacia delante''

Y la esperanza fue eterna.

Día tras día, iba camino a sentarme en aquel banco, nuestro banco… en el que me prometiste amor eterno… Cada hora, cada minuto, cada segundo que pasa, me decía y me convencía a mi misma que volverías, que en cualquier momento, giraría mi cabeza y que te vería dirigiéndote hacia mí, con un gesto vergonzoso y diciéndome mil veces que lo sentías por llegar tarde y para no cabrearme me darías un beso y me sacarías esa sonrisa que nadie, excepto tú podías. Cada segundo, cada minuto, cada día, cada mes que transcurre, mis fuerzas no son lo que eran antes, pero mi corazón dice que volverás, que volverás y nunca más te marcharás de mi lado. No sé si me he vuelto loca, lo único que sé es que me estoy muriendo, y ya no puedo más con mi alma. Hoy sentada en el banco con las mejillas húmedas de mis lágrimas, mis fuerzas agotadas, con un intenso cansancio, me he acomodado. Pronto me ha venido a la mente todos los momentos por los que pasamos y por supuesto he recordado tu imagen tan perfecta. Y viendo tu imagen en mi mente he cerrado los ojos para no abrirlos nunca más.

Y ese fue el último día de mi existencia.

María Pavón Castillo. ∞

La verdad es que nunca me paré a pensar lo que significas para mí, pero ahora que me he parado a pensarlo por un momento, me he dado cuenta de que significas demasiado para mi, que sin ti estaría perdida, no tendría a quién contarle mis penas ni a quién decirle que está loca, ni con quién reírme hasta que me duela la boca. Quiero que sepas que sin tu amistad yo no sería yo, que con nadie me rio más que contigo, que eres imprescindible en mi vida, algo que no me puede faltar. Y que por mucho que nos hayamos peleado, siempre has sido mi mejor amiga y lo serás siempre.
Que espero que nunca me faltes, estaré aquí para ayudarte en todo lo que me pidas y si caes te ayudaré a levantarte.



TE ADORO M.A.