Para hablar de mí, me faltas tú.

Eres mi sonrisa nº

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¿Qué sería de la felicidad sin una pizca de tristeza?

Gracias.. pero podría vivir sin la tristeza.
No entiendo porque cuando labramos un camino, que duele y cuesta , tenemos que pasar por mil piedras, tropezar, caer, levantarte y volver a tropezar, sin haber cicatrizado bien las heridas anteriores, no entiendo que cuando aprendes a saltar las piedras, te plantan un muro, y tú, con mucho esfuerzo, no tienes más remedio que apañártelas para sobrevolarlo y llegar al otro lado, convencida de que no habrá más obstáculos y llegarás a tu meta.. Pero luego te encuentras con que no tienes un sólo camino, si no cientos de ellos, y debes saber elegir cual de ellos tomar, te equivocas y coges otro, y así numerosas veces hasta que dejes de llegar nuevamete al punto de partida.. Pero afortunadamente, siempre llega el día en que escoges el camino adecuado, el que te lleva al pico de la montaña.. y cuando estás alegre y feliz en la cima, siempre pasa algo que te hace retroceder, entristecerte, caer.. y volver a empezar.
Ahí es cuando te dicen que hay que ser fuerte.. y yo me pregunto.. ¿fuerte para qué? cuando vuelva a llegar a la cima me durará la felicidad 5 minutos, es luchar por algo efímero y empezar, empezar, empezar..y así nos tiramos toda la vida empezando...

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