Para hablar de mí, me faltas tú.

Eres mi sonrisa nº

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Solo existe en tu interior.

Imagina que nada es un sueño, que toda efímera posibilidad se convierte en realizable solamente al alcanzar tus párpados, al rozar tu corazón y hacerlo polvo de estrellas.
Imagina que todo esté al alcance de tu alma. Imagina que a los imposibles les tachen el prefijo, y de paso también el miedo, los nervios, las desilusiones.. las trampas. Un posible que se hace fácil en tus dedos, que se hace magia sin trucos cuando tu mirada se refleja en la profundidad de tu valentía, que crece junto a los minutos acumulados en el tiempo.
Imagina, sólo por un instante, que no existe el dolor, que las cicatrices no dejan huellas bajo la piel, que el sufrimiento siempre se hará efímero junto a todas tus sonrisas, esas que se esconden en tu espalda, y se transforman en lunares sobre tus hombros.. O sólo imaginar que el dolor desaparece en un instante, y te deja sólo con lo que realmente es capaz de derruir en temblores rojos al corazón, algo capaz de hacer bailar a tu alma al ritmo de esa melodía que sólo existe en tu interior.
Imagina poder coger las esquinas del infinito, estirar sus barreras, esconderte en sus pliegues, desaparecer.
Imagina simplemente crear un deshielo en su piel con un roce, un incendio con un beso, una mirada de esas que calan y se crean un hueco bajo tus huesos para siempre.
Sólo imagina... Porque luego despiertas, y te das cuenta de que todo es imposible.
¿Pero acaso no marcabas tú los límites de la realidad?
Imposibles tan posibles que hasta un pestañeo los descubre.
Una mirada real, tan real que duele, que se esfuma y se esconde.
Tan fácil como ocultarse... tan difícil como desaparecer; Tan extraño y emocionante como una caricia fluida, dos corazones al unísono una medianoche que no tiene luna.

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