Para hablar de mí, me faltas tú.

Eres mi sonrisa nº

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¿Que esperar cuando estás esperando?

Abro los ojos. Suspiro. Parpadeo. Inspiro. Aspiro. Me pongo boca arriba y subo las sabanas hasta mi pecho. Saco las manos y cierro los ojos. No puedo evitar sentirme tan vacía. Tengo amigos y gente que me quiere o que por lo menos aparenta hacerlo. Pero todo eso, que no es poco, no consigue llenarme cuando encima de mi cama a oscuras y a las tres de la mañana pienso en mi vida y me pregunto "¿Realmente es esto lo que quiero?"

¿Y el amor? Dónde queda en mi vida ese sentimiento. Dicen que por el se mata. Cuando amas rompes barreras y pasas fronteras. Los ojos ven más allá de lo visible. Ese guiño pícaro. Esa sonrisa vergonzosa. Ese beso que sella dos corazones. ¿Porque en mi caso eso no es señal de nada? ¿Porque nunca es especial? Te consuela pensar que te espera algo mejor. Esta espera es larga. Confusa. Dura. Rara. Vacía. Te repites... y entiendes que el problema es ese, el amor. Chica con brillo en los ojos que se ilusiona por el vuelo de una mariposa no te han enseñado que los cuentos de hadas no existen y si existen son sólo para las guapas o me dirás que la protagonista que se enamora y tiene un final feliz con su príncipe era alguna de la hermanastras feas de La cenicienta...


En fin supongo que tendré las expectativas muy altas. Aspiro. Me ilusiono. Me engaño. Y al final, siempre al final, me acuchilla la desgarradora realidad. Me creía especial  y nunca lo fui. Me caí. Perdí. Lloré. Y como siempre para sobrevivir sólo me queda creer que me espera algo mejor.
Ojalá que la espera no desgaste mis sueños.

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