De pequeña aprendió tras caerse millones de veces.
La vida le enseñó que cuando un árbol se tuerce, es imposible enderezarlo.
Soñando comprendió que hay sueños efímeros que se esfuman al despertar.
Sonriendo entendió que la felicidad no dura eternamente.
Llorando notó que siempre volvía el sol tras la tormenta.
Fracasando se dio cuenta de que tenía que ser más persistente.
"Los juegos del destino y los errores que cometemos, siempre sirven para enseñar algo"
La vida le enseñó que cuando un árbol se tuerce, es imposible enderezarlo.
Soñando comprendió que hay sueños efímeros que se esfuman al despertar.
Sonriendo entendió que la felicidad no dura eternamente.
Llorando notó que siempre volvía el sol tras la tormenta.
Fracasando se dio cuenta de que tenía que ser más persistente.
"Los juegos del destino y los errores que cometemos, siempre sirven para enseñar algo"
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