Y es verdad, que en la vida nada viene regalado, que tienes que luchar por eso que deseas. Luchar. Luchar por ser feliz, y que luego la recompensa sea aún mayor por el hecho de que lo has hecho tú, de que es tuyo. Porque no hay alegría si no sabemos comprarla con la tristeza, no podemos ver la luz si no sabemos qué es la oscuridad. La gente suele decir que la vida es muy perra, que siempre muestra su lado oscuro, que nunca te sonríe. Pero, ¿sabes? La gente se equivoca. Porque hay momentos, personas, sucesos, detalles, que son ese bozal, esa luz y esa sonrisa, de la vida. Solo que pocos saben ver la justicia de la injusta vida. Afortunada de mí, que sé verle la cara a la vida, pese a que todos creen que solo muestra su espalda.
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